El poder de la fibra
La fibra aborda muchas tareas vitales que ayudan a mantener todo tu organismo en condiciones óptimas:
• La fibra soluble (de avena, centeno, fruta, verduras, salvados, leguminosas) ayuda a reducir la absorción de glucosa, a regular los niveles de insulina y a evitar las subidas y bajadas de azúcar en la sangre.
• Sirve de alimento para la ‘bacteria favorable’ del colon, que a su vez fabrica varias vitaminas esenciales.
• Un alimento rico en fibra llena más, lo que ayuda a controlar el apetito.
• La fibra acelera el paso de los residuos del organismo, absorbiendo toxinas en el camino.
• Se ha probado que el consumo apropiado de fibra ayuda a mantener la salud cardiovascular, a reducir los niveles de colesterol en la sangre y ha estado unido a la prevención de las enfermedades intestinales.
• Ayuda a mantener saludable el aparato digestivo, lo que a su vez puede mejorar la textura y el tono de la piel, fomentar el brillo en los cabellos, ayuda a fortalecer las uñas y a conseguir una figura más esbelta.
Por lo tanto, ¿tomas la cantidad suficiente?
El consumo medio ronda los 17g al día... ¡no es suficiente! Los expertos en nutrición recomiendan un consumo diario de entre los 18g y 30g Afortunadamente, esta cantidad no es difícil de conseguir, basta con incrementar el consumo de agua, fruta, verduras, ensaladas, cereales, frutos secos, legumbres y arroz integral y reducir el consumo de alimentos refinados. La fibra llena por naturaleza, por lo que comer más fibra te garantiza que no tendrás hambre... ¡gran noticia para todos los que intentan controlar el peso!
Cómo añadir el poder de la fibra a tu dieta:
• Debido a que la fibra se concentra en la piel y la cáscara de frutas y verduras y en las capas exteriores del grano, es preferible rascar a pelar las verduras.
• ¡Cuando los granos son refinados, las capas externas se desechan, perdiendo la preciada fibra! Escoge panes, cereales, pasta y harina integral, al igual que arroz integral o salvaje. Olvida lo que no sea integral, se pierde el poder de la fibra.
• Añade fruta y semillas al desayuno – avena caliente con fresas, plátano y kiwi en rajas, más una cucharada de semillas de girasol te proporcionarán un alimento rico en fibra.
• Toma una crujiente ensalada para comer, añade frutos secos y semillas para dar más sabor.
• Refuerza tus cenas con una o dos verduras extra o una ensalada individual.
• Cambia las patatas fritas y los pastelitos por fruta fresca a media mañana y a media tarde.
• Añade lentejas, arroz integral, trigo bulgur y judías a las sopas y guisos.
• ¡Cambia la patata cocida por la patata asada al horno con piel y come la piel!
• Rápido tentempié de fruta: cuando tengas prisa, simplemente licua unas piezas de fruta con leche o yogurt.
• Cuece las verduras y mantenlas frescas: las verduras sobrecocinadas pierden la fibra.
• Renuncia a los pasteles, galletas, bollos, dulces, comidas preparadas, alimentos procesados o enlatados, comida rápida y tentempiés con alto contenido de azúcar o grasa: se trata de alimentos con un contenido deficiente de fibra que pueden atascar el aparato digestivo.
• Añade un suplemento de fibra de buena calidad a tu dieta diaria.
¡Es fundamental que incrementes el consumo de agua a la vez que aumentas elconsumo de fibra; trabajan juntas formando un equipo para mantener en movimiento el aparato digestivo!
La regla de oro consiste en comenzar poco a poco: incrementa el consumo de fibra de manera gradual, junto con el consumo de agua, para hacer que tu organismo se acostumbre a la nueva dieta. ¡En pocos días, notarás la diferencia!
• La fibra soluble (de avena, centeno, fruta, verduras, salvados, leguminosas) ayuda a reducir la absorción de glucosa, a regular los niveles de insulina y a evitar las subidas y bajadas de azúcar en la sangre.
• Sirve de alimento para la ‘bacteria favorable’ del colon, que a su vez fabrica varias vitaminas esenciales.
• Un alimento rico en fibra llena más, lo que ayuda a controlar el apetito.
• La fibra acelera el paso de los residuos del organismo, absorbiendo toxinas en el camino.
• Se ha probado que el consumo apropiado de fibra ayuda a mantener la salud cardiovascular, a reducir los niveles de colesterol en la sangre y ha estado unido a la prevención de las enfermedades intestinales.
• Ayuda a mantener saludable el aparato digestivo, lo que a su vez puede mejorar la textura y el tono de la piel, fomentar el brillo en los cabellos, ayuda a fortalecer las uñas y a conseguir una figura más esbelta.
Por lo tanto, ¿tomas la cantidad suficiente?
El consumo medio ronda los 17g al día... ¡no es suficiente! Los expertos en nutrición recomiendan un consumo diario de entre los 18g y 30g Afortunadamente, esta cantidad no es difícil de conseguir, basta con incrementar el consumo de agua, fruta, verduras, ensaladas, cereales, frutos secos, legumbres y arroz integral y reducir el consumo de alimentos refinados. La fibra llena por naturaleza, por lo que comer más fibra te garantiza que no tendrás hambre... ¡gran noticia para todos los que intentan controlar el peso!
Cómo añadir el poder de la fibra a tu dieta:
• Debido a que la fibra se concentra en la piel y la cáscara de frutas y verduras y en las capas exteriores del grano, es preferible rascar a pelar las verduras.
• ¡Cuando los granos son refinados, las capas externas se desechan, perdiendo la preciada fibra! Escoge panes, cereales, pasta y harina integral, al igual que arroz integral o salvaje. Olvida lo que no sea integral, se pierde el poder de la fibra.
• Añade fruta y semillas al desayuno – avena caliente con fresas, plátano y kiwi en rajas, más una cucharada de semillas de girasol te proporcionarán un alimento rico en fibra.
• Toma una crujiente ensalada para comer, añade frutos secos y semillas para dar más sabor.
• Refuerza tus cenas con una o dos verduras extra o una ensalada individual.
• Cambia las patatas fritas y los pastelitos por fruta fresca a media mañana y a media tarde.
• Añade lentejas, arroz integral, trigo bulgur y judías a las sopas y guisos.
• ¡Cambia la patata cocida por la patata asada al horno con piel y come la piel!
• Rápido tentempié de fruta: cuando tengas prisa, simplemente licua unas piezas de fruta con leche o yogurt.
• Cuece las verduras y mantenlas frescas: las verduras sobrecocinadas pierden la fibra.
• Renuncia a los pasteles, galletas, bollos, dulces, comidas preparadas, alimentos procesados o enlatados, comida rápida y tentempiés con alto contenido de azúcar o grasa: se trata de alimentos con un contenido deficiente de fibra que pueden atascar el aparato digestivo.
• Añade un suplemento de fibra de buena calidad a tu dieta diaria.
¡Es fundamental que incrementes el consumo de agua a la vez que aumentas elconsumo de fibra; trabajan juntas formando un equipo para mantener en movimiento el aparato digestivo!
La regla de oro consiste en comenzar poco a poco: incrementa el consumo de fibra de manera gradual, junto con el consumo de agua, para hacer que tu organismo se acostumbre a la nueva dieta. ¡En pocos días, notarás la diferencia!